dc.description.abstract | Cuando se habla de participación estudiantil se hace referencia a un proceso social complejo, múltiple y amplio en significados. De una parte está el sentido que le dan los estudiantes a su propia participación, que implica los modos, las estrategias y las características peculiares en escena, de nombrarse sí mismos y de nombrarse frente a otros. Del otro lado está el sentido que le dan los directivos, docentes y adultos en general, a lo que se representan que es, o debe ser la participación estudiantil en el entorno educativo y en el contexto de la escuela (universitaria en este caso).La participación estudiantil, como una puesta en escena del sujeto estudiante en la escuela, se evidencia en diferentes formas, asume lugares y espacios múltiples y se manifiesta con sentidos divergentes. Esto, en muchos casos, genera tensiones no sólo de orden práctico, sino también ideológico e incluso generacional. Los maestros, los directivos y los padres de familia se sorprenden de la apta de los estudiantes cuando se trata de interactuar en la vida pública (entendida ésta como aquella que va más allá del lugar individual de cada sujeto y que pertenece a la esfera de lo colectivo) y en los procesos institucionales. Frente a las convocatorias a participar en actividades culturales, lúdicas, deportivas y de gobierno escolar entre otras, parece que el interés estuviera reducido a unos pocos alumnos. La queja se extiende a todo el proceso educativo, desde secundaria hasta la universidad y la desesperanza de todos los estamentos, desde secundaria hasta la universidad y la desesperanza de todos los estamentos, desde los directivos hasta los mismos estudiantes, parece ser quien impera. | spa |