La Escuela, Sus Sentidos En La Voz Del Otro
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Abstract
Para muchos estudiantes la escuela es un lugar, una cárcel donde se reproducen prácticas de encierro, otros la entenderán como el espacio privilegiado de los sueños, las motivaciones y el campo fértil donde las aspiraciones y proyecto de vida empieza a tener un rumbo, un significado, un sentido otorgado por quien creen en la promesa de la vida que tiene la escuela para quienes pasan por sus aulas, una promesa representada en el deseo de ser siempre mejor persona.
Abordar la comprensión de la escuela será siempre un tema en constante tensión, por las múltiples miradas y reflexiones pedagógicas enfocadas en su deber ser; no obstante la presente investigación toca otros bordes, aristas, puntos importantes de la escuela y lo hace en el ánimo de visibilizar la voz de sus actores reconociendo en sus discursos el sentido de la misma como si se tratara de un hilo conductor, un tejido de miradas, experiencias, vivencias y subjetividades que apuntan a la reconfiguración de la misma desde la voz integradora del maestro y educando.
Al hablar de “Visibilización” implica que hay un des ocultamiento, se ha dado paso al reconocimiento y por ende la palabra del otro que ha permanecido marginado, silenciado, ausente es ahora otro que desde su experiencia está aportando a la construcción de lo que debería ser el sentido, pedagógico, humano, académico y social de la escuela en los tiempos de hoy.
Darle la oportunidad al otro para decir su palabra, tejer nuevos discursos en el campo de lo educativo, en el acto pedagógico, en el encuentro permanente con el otro mediante un dialogo abierto, respetuoso, un diálogo que lo reconoce en su legitimidad, le da valor a su palabra, le comprende y tiene en cuenta sus aportes para enriquecerse permanentemente el día a día de la escuela en su deber ser.
Lo que más inquieta en este trabajo investigativo, es cómo la escuela a estado tan sorda de si, a estado sorda a la transformación inminente del mundo de la vida, la cultura y la academia. El puente entre el yo y los otros será el de un dialogo permanente, abierto y respetuoso por lo que es el otro permitiéndole descubrirse en su experiencia y sentirse parte del acto educativo porque se le “tienen en cuenta” como quien puede aportar y ser útil al lugar que pertenece, se le “mira” en su humanidad como un ser lleno de posibilidades, se “escucha” como el acto que permite que el cada uno se redescubra a sí mismo en el encuentro con el (los) otro (s), y finalmente se “Visibiliza” como un acto de obligatoria humanidad que tiene la escuela para quienes pasan por sus aulas y es que una vez el estudiante pasa por la escuela “ no puede irse siendo menos persona de lo que llego” por el contrario el acto educativo en palabras de Freire será un acto de emancipación.